House of cards [Review - Una serie magistral]
Quizás no muchos sepan que una de las series bandera de #Netflix House of cards es una versión de una producción británica cuyo nombre es el mismo; no la he visto, por tanto es imposible que la compare, tampoco tiene mucho sentido, ya que la versión del gigante en streaming es lo suficientemente magistral como para perder el tiempo en comparaciones.
#ThirteenReasonsWhy #Sense8 #OrangeIsTheNewBlack y #HouseOfCards fueron las series que me llevaron a contratar Netflix, es quizás la serie de mayor peso presupuestario e histriónico que la plataforma tenía varios años atrás y seguro estoy que abrió el camino para las producciones que siguieron alimentando el éxito del canal.
House of cards es un drama político. Se desarrolla en la Capital de los Estados Unidos y su trama es una danza armónica entre la Casa Blanca, el Capitolio y los demás factores de poder que hacen vida en Washington, D.C., como la prensa, por ejemplo, que siempre es un poder que no debe ser menospreciado cuando de política se trata.
Particularmente el seriado sigue a Frank Underwood y su esposa Claire. Él, es congresista y ella a primera vista parece ser la esposa que sirve de soporte al político ambicioso. Bajo este perfil modesto se desarrolla una trama complicada y que se complica cada vez más entre los factores del poder y los poderosos. Frank, estaba seguro que con la nueva elección del Presidente de los Estados Unidos, él sería promovido a Secretario de Estado y cuando se da cuenta de que ha sido traicionado, emplea toda su habilidad política (y de otro tipo) para huir hacía adelante e iniciar una ofensiva velada con la mira puesta ya no en en Departamento de Estado, sino en el Salón Oval.
Para lograr sus objetivos, Frank emplea los medios disponibles, una retórica variopinta, que puede ser meramente burocrática, muy íntima y muy agresiva. Es un personaje carismático, aterrador, inteligente, calculador, manipulador, con una constante postura pasivo-agresiva y con los objetivos muy claros, tiene un buen equipo de soporte, que encabeza principalmente su esposa Claire. Aunque poco a poco y no de manera muy sutil, el espectador puede darse cuenta que Claire Underwood es un personaje tan fuerte y con tantas aristas como Frank. No es la típica mujer florero, no sólo se dedica tradicionalmente a la caridad, sino que es una negociante astuta, perspicaz, comprometida, inteligente, despiadada y muy eficaz, lo cual vuelve a su personaje absolutamente seductor cuando se le pone la cara y la elegancia de Robin Wright que no podía ser mejor co-protagonista para un actor oscarizado como Kevin Spacey.
La serie tiene varios temas que concurren en la trama como el poder, el peligro del poder, el peligro de la información, la ambición, las miserias humanas, las pugnas políticas, la certeza que en los puestos más importantes de la política del país más poderoso del mundo se encuentran personas peligrosas, la libertad de expresión o el mito de ella que se ha vendido de la "mejor democracia del mundo" y los intereses de EEUU. Sin embargo, hay algo mucho más íntimo en lo que yo quiero poner el acento y se trata de la relación existente en la pareja protagónica, sobre la cual cuesta determinar el origen de su unión: amor, interés, conveniencia, costumbre, objetivos comunes, buen equipo, ambición o devoción, quizás no importe mucho, porque de hecho el matrimonio parece feliz, pero en mi opinión, Claire y Frank son el mejor ejemplo de buen equipo y de pareja perfecta. Ella sabe que él en la búsqueda del poder podrá transgredir sus votos matrimoniales y no parece tener problema con ello, lo hablan sin tapujos aunque es más incómodo para él que para ella. Él por su parte, entiende y acepta las pasiones y las nostalgias de su esposa por los viejos amores, pero ambos saben cuidar su matrimonio, ponen límites a sus amantes, respetan sus espacios personales, porque tienen claro que su matrimonio es sinónimo de negocio exitoso y no se permiten arriesgarlo por ninguna baja pasión por placentera que esta sea.
Claire y Frank, conocen sus objetivos y los persiguen a toda costa, él está para ella y ella está para él. La serie se mueve de forma acompasada al ritmo de estos dos personajes y se complementan de manera magistral, la química es indudable y es un rédito importante para los espectadores.
Es una serie que desde la parte técnica que no desmerece en nada a series con mayor presupuesto como #TheCrown a la parte histriónica que es su mayor atributo que no puede pasar desapercibida para los que gustan de un sosegado y sobrio drama que no deja a nadie indiferente...
RECOMENDADA
House of cards para mí fue la cúspide de Netflix en términos de calidad (especialmente cuando se trata de sus primeras 3 temporadas), es una pena que al final todo se descarrilara un poco.