MOVIE REVIEW: “The Killer” (2023)

Synopsis: After an unexpectedly failed job in Paris, a cold-blooded killer begins to develop a “moral crisis” within his job and puts his own life at stake in the search for answers.

The bubble of good movies involving killers of any nature always tries to excel in elements that capture the attention of their audience with relatively intense narrative elements. This example is no exception, and it is through the steps of a peculiar killer that we delve into a species where the “paradox” between morals and ethics that exists within this universe ends up becoming the essence of everything: where nothing It's what it seems, no one is trustworthy enough, empathy for others should never exist and above all, stick to carrying out your plans and nothing else. Within this puzzle, what is the limit between right, wrong, justice and revenge?

In the shoes of a nameless killer, quite cold, purposefully calculating, visibly meticulous and full of serious mental complexes, the viewer is immersed in the risky routine of a man who is being abruptly forced to learn how to deal with some ghosts. After his most recent work does not turn out as expected, this killer is injured in a personal side of him that is very dear to him and it is precisely from there that the movie develops in more depth, because until then, despite its beginning “intimidating” (and with a strategically engaging first-person narration), and the great alternations of angles, the rhythm of the narrative is boring.

The movie is divided into chapters (and an epilogue). This idea is interesting, because it clearly defines the purposes of the plot and how things happen throughout its execution. However, the script never seems to find its ideal rhythm within its own narrative. The context of conflicts imposed within the exploratory idea of a murderous mind and its working methods gains a lot of space in the plot, but nothing is so well developed as to bring something more impactful. In many moments, it is as if the script is going in constant circles, even when brutally violent scenes occur and try to create another atmosphere for the same story.

Any and all characters other than the killer himself are not prominent in the plot. I understand that the focus is really on the protagonist and his dilemmas (the movie's title itself says this), however, I think that this is a responsibility that Michael Fassbender's (limited) character cannot carry so well (mainly because there is no formal presentation of his own history, in more general aspects). Fassbender's performance is very tight, but it's not in keeping with who he's playing. This can also be said about Tilda Swinton, who despite also delivering a good performance (in a very nice scene, by the way), is far below what she can do.

The characters appear and disappear on the screen, in chronological order, simply following a checklist that the killer has to cross off. There is no depth whatsoever in them and even the protagonist himself suffers from the same illness (in a less excessive way because he is the protagonist), despite delivering very tense scenes involving his insecurities and activities on the field (with a somewhat obvious emphasis on everything that happens in the opening scene). The first-person narration makes the movie more intimate and it is precisely this density that brings the necessary elements to create a more convincing “suspense”, despite still failing in its narrative construction.

Alternating among missions that are intimately connected with his ultimate purpose, we see a cold killer becoming (at least apparently) someone more aware of his flaws and his fears. This more “flawed” aspect is like all human beings, but it is very interesting to see this being portrayed through the anxiety of a character who until then was convinced of his own “perfection”. Without a doubt, the work around this psychological clash between the killer and himself is the culmination of the entire plot and nothing else manages to work properly throughout the entire movie (which ends up being a huge waste here because there are characters as interesting as him).

Edited very quickly and full of convenient cuts to satisfy the quick conclusions of the plot, the script suffers from this “speed” in the plot to try to bring complexity to something that has nothing complex in general terms. Even though he is a very smart and intelligent killer, everything for him is almost always very easy, there is no sense of urgency or danger in what he is about to do and this ends up canceling out any impact on the suspense that this could have on the audience. Furthermore, the soundtrack is very weak, as is its photography. There is also a problem with lighting, which ends up having much less impact when it should in some good scenes.

The Killer is far from a movie that will be remembered in David Fincher's career. Honestly, it seems like this project was just a contractual thing to have something available on streaming channels and increase his popularity as a director. However, the result here was not good and despite another more punctual and functional moment, there is not much relevance here. Perhaps, if this project had been led by another director the result would have been better, but considering the already recognized quality of what Fincher usually does, this one is definitely not one of the best examples. Any and all high expectations about this project are brutally frustrated by its inefficiency.

Sinopsis: Después de un trabajo inesperadamente fallido en París, un asesino a sangre fría comienza a desarrollar una “crisis moral” dentro de su trabajo y pone en juego su propia vida en la búsqueda de respuestas.

La burbuja de las buenas películas protagonizadas por asesinos de cualquier índole siempre intenta sobresalir en elementos que capten la atención de su audiencia con elementos narrativos relativamente intensos. Este ejemplo no es la excepción, y es a través de los pasos de un peculiar asesino que nos adentramos en una especie donde la “paradoja” entre moral y ética que existe dentro de este universo termina convirtiéndose en la esencia de todo: donde nada es lo que parece. , nadie es lo suficientemente digno de confianza, la empatía por los demás nunca debe existir y sobre todo, ceñirte a llevar a cabo tus planes y nada más. Dentro de este rompecabezas, ¿cuál es el límite entre el bien, el mal, la justicia y la venganza?

En la piel de un asesino anónimo, bastante frío, deliberadamente calculador, visiblemente meticuloso y lleno de graves complejos mentales, el espectador se sumerge en la arriesgada rutina de un hombre que de repente se ve obligado a aprender a lidiar con unos fantasmas. Luego de que su último trabajo no resulta como esperaba, este asesino queda herido en un lado personal suyo que le es muy querido y es precisamente a partir de ahí que la película se desarrolla con mayor profundidad, porque hasta entonces, a pesar de su comienzo ”intimidante” (y con una narración en primera persona estratégicamente atrapante), y la gran alternancia de ángulos, el ritmo de la narración es aburrido.

La película está dividida en capítulos (y un epílogo). Esta idea es interesante, porque define claramente los propósitos de la trama y cómo suceden las cosas a lo largo de su ejecución. Sin embargo, el guión nunca parece encontrar su ritmo ideal dentro de su propia narrativa. El contexto de conflictos impuestos dentro de la idea exploratoria de una mente asesina y sus métodos de trabajo gana mucho espacio en la trama, pero nada está tan bien desarrollado como para aportar algo más impactante. En muchos momentos, es como si el guión estuviera dando vueltas constantes, incluso cuando ocurren escenas brutalmente violentas que intentan crear otra atmósfera para la misma historia.

Todos y cada uno de los personajes, excepto el propio asesino, no destacan en la trama. Entiendo que la atención se centra realmente en el protagonista y sus dilemas (el propio título de la película lo dice), sin embargo, creo que esta es una responsabilidad que el (limitado) personaje de Michael Fassbender no puede llevar tan bien (principalmente porque no hay una presentación formal) de su propia historia, en aspectos más generales). La actuación de Fassbender es muy ajustada, pero no se corresponde con quién interpreta. Lo mismo se puede decir de Tilda Swinton, quien a pesar de tener también una buena actuación (en una muy buena escena, de hecho), está muy por debajo de lo que puede hacer.

Los personajes aparecen y desaparecen en pantalla, en orden cronológico, simplemente siguiendo una lista de verificación que el asesino debe tachar. No hay profundidad alguna en ellas e incluso el propio protagonista sufre la misma enfermedad (de forma menos excesiva por ser el protagonista), a pesar de ofrecer escenas muy tensas en torno a sus inseguridades y actividades en el campo (con un énfasis un tanto evidente en todo lo que sucede en la escena inicial). La narración en primera persona hace que la película sea más íntima y es precisamente esa densidad la que aporta los elementos necesarios para crear un “suspense” más convincente, pese a seguir fallando en su construcción narrativa.

Alternando entre misiones que están íntimamente relacionadas con su propósito final, vemos a un asesino frío convertirse (al menos aparentemente) en alguien más consciente de sus defectos y miedos. Este aspecto más “defectuoso” es como todos los seres humanos, pero es muy interesante verlo retratado a través de la ansiedad de un personaje que hasta entonces estaba convencido de su propia “perfección”. Sin duda, el trabajo en torno a este choque psicológico entre el asesino y él mismo es el colofón de toda la trama y nada más consigue funcionar correctamente a lo largo de toda la película (lo que acaba siendo un enorme desperdicio aquí porque hay personajes tan interesantes como él).

Editado muy rápidamente y lleno de cortes convenientes para satisfacer las rápidas conclusiones de la trama, el guión adolece de esa “velocidad” en la trama para intentar aportar complejidad a algo que no tiene nada de complejo en términos generales. Si bien es un asesino muy astuto e inteligente, para él todo es casi siempre muy fácil, no hay sentido de urgencia o peligro en lo que está a punto de hacer y esto termina anulando cualquier impacto en el suspenso que esto pueda tener. sobre la audiencia. Además, la banda sonora es muy floja, al igual que su fotografía. También hay un problema con la iluminación, que acaba teniendo mucho menos impacto cuando debería en algunas buenas escenas.

El asesino está lejos de ser una película que será recordada en la carrera de David Fincher. Honestamente, parece que este proyecto fue solo una cuestión contractual para tener algo disponible en los canales de streaming y aumentar su popularidad como director. Sin embargo, el resultado aquí no fue bueno y a pesar de otro momento más puntual y funcional, aquí no tiene mucha relevancia. Quizás, si este proyecto hubiera sido liderado por otro director el resultado hubiera sido mejor, pero considerando la ya reconocida calidad de lo que Fincher suele hacer, éste definitivamente no es uno de los mejores ejemplos. Todas y cada una de las altas expectativas sobre este proyecto se ven brutalmente frustradas por su ineficiencia.

Sinopse: Após um trabalho inesperadamente fracassado em Paris, um assassino de sangue frio começa a desenvolver uma “crise moral” dentro do seu ofício e coloca em jogo à própria vida na busca por respostas.

A bolha de bons filmes envolvendo os assassinos de qualquer natureza sempre tenta primar por elementos que captem a atenção do seu público com elementos narrativos relativamente intensos. Este exemplo não foge à regra, e é através dos passos de um assassino peculiar que nós vamos mergulhando dentro de uma espécie onde o “paradoxo” entre moral e ética que existe dentro desse universo, que acaba se tornando a essência de tudo: onde nada é o que parece, ninguém é confiável o suficiente, a empatia pelo próximo jamais deveria existir e principalmente, atenha-se a realização de seus planos e nada mais. Dentro desse quebra-cabeça, qual é o limite entre o certo, o errado, a justiça e a vingança?

Na pele de um assassino sem nome, bastante frio, propositalmente calculista, visivelmente meticuloso e repleto de complexos mentais graves, o telespectador mergulha na arriscada rotina de um homem que está sendo abruptamente forçado a aprender a lidar como lidar com alguns fantasmas. Depois que o seu mais recente trabalho não sai como era esperado, esse assassino é ferido em um lado pessoal dele que lhe é muito caro e é justamente a partir daí que o filme se desenvolve com mais profundidade, porque até então, apesar do seu início “intimidador” (e com uma narração em primeira pessoa estrategicamente envolvente), e das ótimas alternâncias de ângulos, o ritmo da narrativa é enfadonho.

O filme é dividido em capítulos (e um epílogo). Essa ideia é interessante, porque delimita bem os propósitos da trama e de como as coisas vão acontecendo ao longo de suas execuções. No entanto, o roteiro parece nunca encontrar o seu ritmo ideal dentro da sua própria narrativa. O contexto de conflitos imposto dentro da ideia exploratória de uma mente assassina e seus métodos de trabalho ganha bastante espaço na trama, mas nada é tão bem desenvolvido a ponto de trazer algo mais impactante. Em muitos momentos, é como se o roteiro estivesse andando em constantes círculos, mesmo quando cenas brutalmente violentas acontecem e tentam criar uma outra atmosfera para essa mesma estória.

Todo e qualquer personagem senão o próprio assassino não tem nenhum destaque na trama. Eu entendo que o foco é realmente o protagonista e os seus dilemas (o próprio título do filme já diz isso), no entanto, eu acho que essa é uma responsabilidade que o (limitado) personagem de Michael Fassbender não consegue carregar com tanta propriedade (principalmente porque não há uma apresentação formal sobre a própria história dele, em aspectos mais gerais). A atuação de Fassbender é bem firme, mas não está de acordo com quem ele está interpretando. Isso também pode ser dito da Tilda Swinton, que apesar de também entregar uma atuação boa (em uma cena muito boa, aliás), está muito abaixo do que ela consegue fazer.

Os personagens vão aparecendo e desaparecendo na tela, dentro de uma ordem cronológica apenas cumprir uma lista de checagem que o assassino tem que riscar. Não há profundidade alguma neles e até o próprio protagonista sofre do mesmo mal (de maneira menos excessiva por ser o protagonista), apesar de entregar cenas muitas tensas envolvendo suas inseguranças e atividades em campo (com um destaque um tanto quanto óbvio para tudo o que acontece na cena inicial). A narração em primeira pessoa torna o filme em algo mais intimista e é justamente essa densidade que traz os elementos necessários para criar um “suspense” mais convincente, apesar de ainda falhar na sua construção narrativa.

Alternando entre missões que estão intimamente conectadas com o seu propósito final, vemos um assassino frio ir se tornando (ao menos aparentemente) em alguém mais consciente de suas falhas e dos seus medos. Esse aspecto mais “falho” é como a todos os seres humanos, mas é muito interessante ver isso sendo retratado através da ansiedade de um personagem que até então era convicto da sua própria “perfeição”. Sem dúvidas, o trabalho em volta desse embate psicológico do assassino com ele mesmo é o ápice de toda à trama e nada mais consegue funcionar direito ao longo de todo o filme (o que acaba sendo um grande desperdício aqui porque há personagens tão interessantes quando ele).

Editado de uma maneira muito rápida e repleto de cortes convenientes para satisfazer as rápidas conclusões da trama, o roteiro sofre com essa “rapidez” na trama para tentar trazer complexidade para algo que não tem nada de complexo em linhas mais gerais. Mesmo sendo um assassino bastante esperto e inteligente, tudo para ele é quase sempre muito fácil, não há um senso de urgência ou perigo no que ele está prestes a fazer e isso acaba anulando qualquer impacto no suspense que isso poderia causar no público. Além disso, a trilha sonora é muito fraca, assim como à sua fotografia. Há também um problema com luz, que acaba trazendo muito menos impacto quando deveria em algumas boas cenas.

Nem de longe O Assassino é um filme que será lembrado na carreira de David Fincher. Sinceramente, parece que esse projeto foi algo apenas contratual para ter algo disponível em canais de streaming e aumentar a popularidade dele na função de diretor. No entanto, o resultado aqui não foi bom e apesar de um outro momento mais pontual e funcional, não há tanta relevância aqui. Talvez, se esse projeto fosse conduzido por outro diretor o resultado tivesse sido melhor, mas considerando a já reconhecida qualidade do que o Fincher costuma fazer, este aqui definitivamente não é um dos melhores exemplos. Toda e qualquer alta expectativa sobre esse projeto é brutalmente frustrada pela sua ineficiência.