MOVIE REVIEW: “Thanksgiving” (2023)

Synopsis: Plymouth (Massachusetts). After an edition of the famous (and long-awaited) Black Friday turns into widespread chaos (resulting in many deaths), a mysterious killer inspired by the creation of Thanksgiving begins to terrorize the city.

The current American horror cinema that acidly tries to revive the slasher subgenre is really one of the most canned things there is. Written and directed by Eli Roth without any shame when it comes to drinking from this source to create his new projects, this is a classic example of a movie that tries to create a kind of homage to old movies of the same genre, but ends up being just a functional and punctual entertainment... In other words, it's not bad, but it's full of flaws that end up cancelling out even some of its most positive points throughout its plot.

On the eve of another long-awaited edition of Black Friday, outside one of the most famous stores in the quiet city of Plymouth, a large number of customers, extremely eager and thirsty to take advantage of the promotions, are waiting for the store to open. However, after an incident, things get out of control and they end up breaking into the place. The result of this act is widespread chaos of unimaginable proportions, and because of this, many of them are killed in absurd ways. Even before the movie's title was announced... It already showed why it was made.

This initial scene ends up functioning as a major criticism of consumerism, and this is done from both sides. On one side there is a family of businesspeople who go to great lengths to obtain more and more profits, while on the other side there is a portion of the population that goes to great lengths to be able to buy what they want at any cost (and when I mean at any cost, is going to extreme lengths to get what they want). This beginning is disturbing, not only because of the bloody scenes, but mainly because of human behavior.

From then on, the script relies on that old and traditional formula of the “masked killer” (which in this case is someone wearing a mask to “revive” John Craver, who is an ancient pilgrim), who starts killing his victims, and is based on some specific criteria to commit each murder. Amid the bloody and relatively creative deaths (even if some of them are completely unrealistic to the point of being seen as something ridiculous), the plot tries to create an atmosphere of suspense that ends up not working very well, both due to its atmosphere and its cast.

There are some points within the script that are interesting, for example, some of the deaths that end up creating an atmosphere very characteristic of the cinema that Roth likes to make. Anyone who knows his work knows how much he likes to create scenes with high levels of refined cruelty bathed in lots of blood. This is present here, and most of the time it ends up working very well. As well as the fact that he completely embraces all the nonsense that surrounds the plot and its entire development. There is a very unbalanced mix of horror and comedy.

In the midst of an inexpressive cast (where the only known name is Patrick Dempsey) who gives life to a group of boring teenagers without any charisma in a totally uninteresting way (there is no type of further development about them... not even about the protagonist herself, who is one of the worst here), the project fails to create any type of connection with the public. This makes any level of empathy with them on the part of the public impossible (and here I would venture to say that it is easier to hope that the killer can reach them).

As a director, Roth does nothing more than the trivial in relation to what is already customary for him. Precisely in this movie, it is interesting to see how well he managed to incorporate the essence of Thanksgiving within a story where horror is scaled within a cultural tradition. However, as a screenwriter, he ends up getting lost as he develops the plot, which despite maintaining its own essence, tries to establish other fronts that end up being quite disposable for the project, because they end up minimizing the impact of other better ideas.

Thanksgiving is that type of movie that manages to extract the most from its references in terms of more practical effects (because it is precisely in this technical part that the project manages to stand out with more quality), but fails to do the same in terms of narrative. However, and somewhat ironically, it is also a movie that manages to be entertainingly bloody because it is not afraid to be what it really is, and even brings a not very obvious revelation about the true identity of its killer and a possible opening for a sequel.

Sinopsis: Plymouth (Massachusetts). Después de que una edición del famoso (y tan esperado) Viernes Negro se convierta en un caos generalizado (con el resultado de muchas muertes), un misterioso asesino inspirado en la creación del Día de Acción de Gracias comienza a aterrorizar la ciudad.

El cine de terror americano actual que intenta ácidamente revivir el subgénero slasher es realmente una de las cosas más enlatadas que existen. Escrita y dirigida por Eli Roth sin ningún pudor a la hora de beber de esta fuente para crear sus nuevos proyectos, este es un ejemplo clásico de película que intenta crear una especie de homenaje a películas antiguas del mismo género, pero termina siendo sólo un entretenimiento funcional y puntual... Es decir, no está mal, pero está lleno de fallos que acaban anulando incluso algunos de sus puntos más positivos a lo largo de su trama.

En vísperas de otra esperada edición del Black Friday, frente a una de las tiendas más famosas de la tranquila ciudad de Plymouth, un gran número de clientes, muy ansiosos y sedientos de aprovechar las promociones, esperan que la tienda abra abierto. Sin embargo, tras un incidente, las cosas se salen de control y acaban irrumpiendo en el lugar. El resultado de este acto es un caos generalizado de proporciones inimaginables, y debido a esto, muchos de ellos son asesinados de maneras absurdas. Incluso antes de que se anunciara el título de la película... Ya mostraba por qué se hizo.

Esta escena inicial acaba funcionando como una gran crítica al consumismo, y esto se hace desde ambos lados. De un lado hay una familia de empresarios que hacen todo lo posible para obtener cada vez más ganancias, mientras que del otro lado hay una porción de la población que hace todo lo posible para poder comprar lo que quieren a cualquier precio (y cuando me refiero a cualquier costo, está haciendo todo lo posible para conseguir lo que quiere). Este comienzo resulta inquietante, no sólo por las escenas sangrientas, sino principalmente por el comportamiento humano.

A partir de ahí, el guión se apoya en esa vieja y tradicional fórmula del “asesino enmascarado” (que en este caso es alguien que lleva una máscara para “revivir” a John Craver, que es un antiguo peregrino), que comienza a matar a sus víctimas, y se basa en unos criterios específicos para cometer cada asesinato. Entre muertes sangrientas y relativamente creativas (aunque algunas de ellas son completamente irreales hasta el punto de parecer ridículas), la trama intenta crear una atmósfera de suspense que termina no funcionando muy bien, tanto por su atmósfera como por su su elenco.

Hay algunos puntos dentro del guion que son interesantes, por ejemplo, algunas de las muertes que acaban creando una atmósfera muy característica del cine que le gusta hacer a Roth. Cualquiera que conozca su trabajo sabe cuánto le gusta crear escenas con altos niveles de crueldad refinada bañadas en mucha sangre. Esto está presente aquí, y la mayoría de las veces acaba funcionando muy bien. Así como el hecho de que abraza por completo todos los disparates que envuelven la trama y todo su desarrollo. Hay una mezcla muy desequilibrada de terror y comedia.

En medio de un reparto inexpresivo (donde el único nombre conocido es Patrick Dempsey) que da vida a un grupo de adolescentes aburridos y sin carisma alguno de una forma totalmente aburrida (no hay ningún tipo de desarrollo posterior sobre ellos... ni siquiera sobre la propia protagonista, que aquí es una de las peores), el proyecto no consigue crear ningún tipo de conexión con el público. Esto hace imposible cualquier nivel de empatía hacia ellos por parte del público (y aquí me atrevería a decir que es más fácil esperar que el asesino pueda alcanzarlos).

Como director, Roth no hace más que lo trivial en relación con lo que ya le es habitual. Precisamente en esta película es interesante ver lo bien que logró incorporar la esencia del Día de Acción de Gracias dentro de una historia donde el terror se escala dentro de una tradición cultural. Sin embargo, como guionista acaba perdiéndose a medida que desarrolla la trama, que pese a mantener su propia esencia, intenta establecer otros frentes que acaban siendo bastante descartables para el proyecto, porque acaban minimizando el impacto de otras ideas mejores.

Black Friday es ese tipo de películas que consigue sacar el máximo partido de sus referencias en cuanto a efectos más prácticos (porque es precisamente en esta parte técnica donde el proyecto consigue destacar con más calidad), pero no consigue hacer lo mismo en términos de narrativa. Sin embargo, y un tanto irónico, también es una película que logra ser entretenidamente sangrienta porque no teme ser lo que realmente es, e incluso trae una revelación no muy obvia sobre la verdadera identidad de su asesino y una posible apertura para un continuación.

Sinopse: Plymouth (Massachusetts). Depois que uma edição da famosa (e tão esperada) Black Friday é convertida em um verdadeiro caos generalizado (resultando em muitas mortes), um misterioso assassino inspirado na criação do Dia de Ação de Graças começa a aterrorizar à cidade.

O cinema de horror americano atual que tenta reviver acidamente o subgênero slasher é mesmo uma das coisas mais enlatadas que existe. Escrito e dirigido por Eli Roth sem qualquer pudor quando se trata sobre beber desta fonte para criar os seus novos projetos, este é um exemplo clássico de filme que tenta criar uma espécie de homenagem a filmes antigos do mesmo gênero, mas que acaba sendo apenas um entretenimento funcional e pontual... Ou seja, não é ruim, mas é cheio de defeitos que acabam anulando até mesmo alguns de seus pontos mais positivos ao longo de sua trama.

Na véspera de mais uma tão aguardada edição da Black Friday, do lado de fora de uma das lojas mais famosas na pacata cidade de Plymouth, um grande número de clientes extremamente ansiosos e sedentos para aproveitar as promoções está à espera da abertura do local. No entanto, após um incidente as coisas saem do controle e eles acabam invadindo o local. O resultado desse ato é um caos generalizado de proporções inimagináveis, e por causa disso, muitas delas são mortas de maneiras absurdas. Antes mesmo do título do filme ser anunciado... Ele já mostrou a razão de ter sido feito.

Essa cena inicial acaba funcionando como uma grande crítica ao consumismo, e isso é feito de ambos os lados. De um lado está uma família de empresários que não mede esforços para conseguir cada vez mais lucros, enquanto do outro lado há uma parcela da população que não mede esforços para conseguir comprar o que elas querem a qualquer custo (e quanto eu falo a qualquer custo, é ir até as últimas consequências para conseguir o que elas desejam). Esse início é perturbador, não apenas pela evidência das cenas sanguinolentas, mas principalmente pelo comportamento humano.

A partir daí, o roteiro aposta naquela velha e tradicional fórmula do “assassino mascarado” (que neste caso é alguém usando uma máscara para “reviver” o John Craver, que é um antigo peregrino), que começa a matar as suas vítimas, e se baseia em alguns critérios específicos para cometar cada assassinato. Em meio as mortes sangrentas e relativamente criativas (mesmo que algumas delas seja totalmente irreais a ponto de serem vistas como algo ridículo), à trama tenta criar um clima de suspense que acaba não funcionando muito bem, tanto pela sua atmosfera, quanto pelo seu elenco.

Há alguns pontos dentro do roteiro que são interessantes, como por exemplo, algumas das mortes que acabam criando uma atmosfera muito característica do cinema que o Roth gosta de fazer. Quem conhece o trabalho dele, sabe o quanto ele gosta de criar cenas com altos níveis de requintes de crueldade banhadas a muito sangue. Isso está presente aqui, e na maior parte das vezes acaba funcionando muito bem. Assim como o fato dele abraçar por completo todo o teor nonsense que ronda à trama e todo o seu desenvolvimento. Há uma mistura de horror e comédia bem desbalanceada.

No meio de um elenco inexpressivo (onde o único nome conhecido é o do Patrick Dempsey) que dá vida a um grupo de adolescentes chatos e sem qualquer carisma de uma maneira totalmente desinteressante (não há qualquer tipo de desenvolvimento mais aprofundado sobre eles... nem mesmo sobre à própria protagonista, que é uma das piores aqui), o projeto não consegue criar nenhum tipo de conexão com o público. Isso inviabiliza qualquer nível de empatia com eles por parte do público (e aqui eu me arrisco a dizer que é mais fácil torcer para que o assassino consiga alcançá-los).

Enquanto diretor, Roth não faz nada além do trivial em relação ao que já lhe é costumeiro. Precisamente neste filme é interessante ver como ele conseguiu incorporar bem à essência do dia de Ação de Graças dentro de uma estória onde o horror vai sendo escalonado dentro de uma tradição cultural. No entanto, enquanto roteirista, ele acaba se perdendo à medida em que vai desenvolvendo à trama, que apesar de manter à própria essência, tenta estabelecer outras frentes que acabam sendo bem descartáveis para o projeto, porque acabam minimizando o impacto de outras ideias melhores.

Feriado Sangrento é aquele tipo de filme que consegue sugar o máximo de suas referências em termos de efeitos mais práticos (porque é justamente nessa parte técnica que o projeto consegue se sobressair com mais qualidade), mas não consegue fazer o mesmo em termos de narrativa. No entanto, e de uma maneira até um pouco irônica, também é um filme que consegue ser divertidamente sangrento porque não ter medo de ser o que ele realmente é, e ainda traz uma revelação não muito óbvia sobre a verdadeira identidade do seu assassino e uma possível brecha para uma sequência.