Recientemente he visto una película que me ha impactado emocionalmente y me ha hecho pensar en lo poderosa que es la mente humana, aún para los pensamientos negativos, siendo tan peligrosos que nos pueden llevar inconscientemente a nuestra propia destrucción.

“Hasta los huesos” es una película que aborda el trastorno alimenticio de la bulimia y la anorexia, un tema que a muchos puede parecer de poca importancia o un problema de fácil solución, pero que realmente es todo lo contrario y puede llegar a ser motivo de muerte cuando ya ha avanzado demasiado en la persona que lo padece.

Antes de ver esta película yo era una de esas personas que minimizaba este problema, tal vez no intencionalmente pero si con no prestarle la suficiente atención a este tema. Haberla encontrado y haberme propuesto verla me ha hecho concientizar un poco más en lo difícil que es sobrellevar un trastorno que impide saciar una de las principales necesidades básicas del cuerpo humano.

Ahora que he visto “Hasta los huesos”, puedo entender mejor la complejidad de este trastorno y cómo afecta a las personas que lo padecen, así como también a las que las rodean. Por eso, me parece importante destacar cómo la película aborda este tema desde diferentes perspectivas, mostrando las consecuencias emocionales, mentales y físicas que puede tener en la vida de una persona.

Para muchos es inconcebible pensar en dejar de comer o vomitar después de comer para evitar aumentar de peso, pero hay quienes les preocupa demasiado, llegando a estos extremos. Así es como piensa Ellen, una joven artista de 20 años de edad, quien ha desarrollado la habilidad, yo diría un poco obsesiva, de saber que cantidad de calorías tiene cada alimento que le sirven a la mesa, negándose así a comer, ya que la hará aumentar de peso y su objetivo es llegar a pesar cada vez menos, sin importar la consecuencias que esto pueda traer.

Es así, como su familia, en un intento por ayudarla a comprender la gravedad del asunto y por hacerla concientizar en lo valiosa que es su vida, le sugieren e insisten en que intente por una última vez consultarse con un doctor que cuenta con buena reputación en lograr un cambio positivo en sus pacientes.

Sin embargo, Ellen, después de consultarse y aceptar las condiciones del doctor William, quien opta por tratar a sus pacientes en una especie de hogar residencial en lugar de un hospital psiquiátrico tradicional, enfrenta desafíos que la hacen dudar de su entorno, del doctor y de sí misma, llegando a creer que de nada vale todo su esfuerzo y que nunca podrá superar su problema, tomando decisiones desesperadas y peligrosas que preocupan en gran manera a sus familiares, llevándola a tocar fondo, hasta el punto de casi perder la vida.

La historia de Ellen es un ejemplo conmovedor de cómo el trastorno alimenticio puede afectar a las personas. Sin embargo, la película también ofrece una visión esperanzadora a través del enfoque terapéutico del doctor William.

Quien ha desarrollado un programa innovador para tratar a sus pacientes, apoyándose en la libertad de pensamiento y la toma de decisiones autónoma de cada persona, y de esta manera, brindar a cada paciente una atmósfera de confortabilidad, confianza y responsabilidad, lo que les permite superar el trastorno de manera más efectiva.

En mi opinión, cada ser humano que enfrenta una lucha interna consigo mismo, tiene como punto de partida la baja autoestima, el desprecio y poco valor que le dan a su cuerpo y que finalmente desemboca en diferentes situaciones.

En esta oportunidad fue la negación a alimentarse por no aceptar como se veía su cuerpo en su peso normal, pero el desprecio a sí mismo, puede llevarlos, por ejemplo, a realizarse modificaciones corporales con cirugías estéticas o incluso el suicidio por no saber como enfrentar los pensamientos de si mismo.

Me parece que esta ha sido una gran película por el mensaje que transmite, más que por cualquier otra cosa, por eso hoy quiero recomendarles que se tomen un tiempo para verla, así podrán comprender que lo que puede parecer absurdo, como no querer comer, realmente tiene una carga emocional mucho mayor de la que pensamos.