Helen Mirren es una dama solitaria, dulce que dice ser viuda en busca de compañía, se muestra confiada y generosa con quien la necesite prestando ayuda a su nuevo amigo Ian sin miedo a ser estafada abre la puerta de su hogar dando acogida a este pobre hombre solo y enfermo, pero ella no vive totalmente sola su nieto la acompaña y vela por su seguridad, a medida que avanza la película nos enteramos de que es una mujer profesional, que vive modestamente, pero que posee una fortuna producto de su trabajo y lo que heredó de su antiguo esposo.

Por otra parte, tenemos a Ian McKellen que aparenta ser un hombre solo que tuvo un hijo y no se comunican, enfermo con dolencia en la rodilla que le impide vivir en su apartamento en el cuarto piso y es la razón principal para mudarse con su nueva amiga, con un sentido del humor que enamora a cualquier mujer, encantador y protector. Este es el personaje que usa para agarrar a sus víctimas, porque su verdadera personalidad es más oscura de lo que podemos imaginar, ex militar, mafioso y asesino son algunas de sus cualidades.

Hasta aquí pudiéramos pensar cómo se desarrollarán los hechos, pero no quiero caer en spoiler. Es una película en la que las sorpresas están una detrás de otra, tiene drama, comedia, intriga y crimen en un equilibrio perfecto. Yo diría que se inclina más por el estrés psicológico por lo que me hizo sentir.