El Regente (Análisis del quinto episodio de la segunda temporada de "La Casa del Dragón")
Aegon II ha caído en batalla, su dragón ha muerto y por tanto la decapitación de Meleys no tiene el impacto esperado en el bando de los verdes, pues sabe más a derrota que a victoria. La guerra que había empezado con ataques sigilosos y estrategias sucias, se ha decantado por encuentros a gran escala. Las armas más poderosas del mundo, las mismas que 150 años antes habían doblegado a los 7 reinos ahora estaban siendo usadas una contra otras por el control de esos mismos reinos.
El capítulo muestra mucho misticismo, es pausado, sosegado, impregnado de magníficos planos y actuaciones sobresalientes, donde se ven desde un ángulo las víctimas, los victimarios y los tontos útiles en el negocio siempre lucrativo de la guerra.
Por un lado Alicent descubre con decepción, pero sin sorpresa que ha sido usada como una tonta útil en el juego de Tronos y que el poder que creyó amasar en un momento, era agua entre los dedos de un entorno patriarcal. Ella era "algo" porque Otto Hightower era su padre y la directora del episodio la encierra en un plano magistral en donde convive ella, con su soledad y su frustración.
Al final, ella está cosechando el odio que inculcó en sus hijos y el desamor que les ha profesado siempre, la han hecho merecedora de poco respeto.
Al otro lado de la moneda Rhaenyra cabalga sobre un empoderamiento muy lento pero que alcanza sin disimulo ante un consejo que la tiene simplemente como una inútil cabeza para portar la corona. Ella nunca tuvo poder y ahora lo tiene y lo usa para apaciguar a las bestias sedientas se sangre y fuego. Igual ella es usada como un vehículo para las aspiraciones bélicas, la diferencia es que ella se coloca sin esfuerzo en el lugar que le corresponde.
Sobresalientes para ambas reinas: Emma D'Arcy y Olivia Cook, actuaciones de oro.
Los jóvenes se lucen también en un episodio que sirve de bisagra entre los pasos para otra escala en la guerra. Harry Collet, Bethany Antonia, Sonoya Mizuno y Phoebe Campbell tienen diálogos muy certeros y llenos de verdad y sentimiento. Todos en sus espacios dejaron huellas con su interpretación y hago una mención especial al Gusano Blanco que sabe muy bien que la guerra no es cosa de grandes batallas, sino de pequeñas, pero dañinas.
Y por último, Aemond o sea Ewan Mitchell sin casi diálogos en este episodio, se ha robado el protagonismo, su presencia es tan poderosa y no es sólo por los artificios de dirección sino por la actuación, es un auténtico guerrero, es #Daemon, el hombre que siempre quiso ser, el resultado de una vida siendo el segundo hijo y preparándose para el gobierno. Pero de nuevo, un hombre que demuestra mucha arte para la guerra y el comando y excesiva crueldad para el gobierno.
Un capítulo sosegado, pero bastante redondo.
Está segunda temporada de la casa de dragón me está pareciendo un poco aburrida, me esperaba más acción para este momento. De lo mejor de la temporada es el cuarto capítulo. Creo que se viene cosas interesantes, al menos eso espero. Daré mi análisis de la segunda temporada de la serie hasta terminar todos los capítulos.
Saludos.
A mí no. Por el contrario, me está pareciendo muy interesante el desarrollo de los personajes y su contexto personal. Algo que no ocurrió en la primera temporada por sus saltos temporales, en esta se ha desarrollado mejor el conflicto de cada miembro de la familia y han dejado salir las dotes histriónicas de cada actor. Me ha parecido muy buena. Muy argumentada.