El excelente cine dramático de Florian Zeller (Esp | Eng)

Hace unas semanas, buscando filmes relativamente recientes que no hubiese visto, encontré dos de un cineasta tampoco conocido para mí: Florian Zeller. Los filmes: El padre y El hijo, que comentaré brevemente.

Florian Zeller es, antes que cineasta, un dramaturgo y director de teatro de nacionalidad francesa. De edad madura (45 años), ha desarrollado una labor en el campo del teatro muy valorada y elogiada, hasta ser considerado el más importante dramaturgo francés vivo y uno de los mejores europeos de esta época. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas y presentadas en muchos países, y, según la información recabada, han obtenido mucho éxito. Ha recibido varios premios, como el Molière en Francia.

Ahora, su debut como cineasta es reciente. Los dos filmes mencionados son sus dos largometrajes de ficción hasta la fecha, y están basados en dos obras teatrales homónimas suyas: la primera, El padre, de 2012, y la segunda, El hijo, de 2019, obras que no he tenido la oportunidad de presenciar, pues no han sido representadas donde vivo.

Debo decir que sus dos filmes me sorprendieron muy gratamente. Me atraen los filmes de actuación, con mucho o poco diálogo –no es lo relevante–, y en estas realizaciones este rasgo es resaltante, por razones obvias. No es teatro llevado al cine; son obras dramáticas que han sido adaptadas excelentemente al lenguaje cinematográfico, con magníficas actuaciones. Pero, además, abordan, con suma agudeza y versatilidad, dos dramas universales y de todos los tiempos, de los que da cuenta el mito y la literatura universal más antigua o moderna.

Veamos.

El padre, realizada en 2020, es su debut como cineasta. Aborda un difícil tema: el de un padre ya anciano (80 años) que ha entrado en una situación de trastorno mental o deterioro cognitivo, como se le denomina actualmente, provocado por su vejez (ya no se habla de "demencia senil") y las consecuencias de este estado en su relación familiar, concretamente con su hija.

Zeller trata el tema con respeto, delicadeza y atendiendo a la complejidad que supone, no cediendo a las salidas fáciles o complacientes. El conflicto que toda esta situación de salud individual y de trato con la hija genera es trabajado con profundidad, y dejando abiertas, con un sesgo de ambigüedad, aspectos de la relación que quedan a la interpretación del espectador. Es un drama muy bien conducido que toca la sensibilidad y la capacidad de comprensión.

Uno de los primeros valores del filme es su guion, que sustenta el cuidado y enriquecedor tratamiento del conflicto entre los personajes. Es una adaptación realizada por el mismo Zeller y Christopher Hampton de la obra de aquel. Su calidad le hizo merecedor de varios premios, como el Óscar 2021. Otra de las destacadas virtudes del filme son las actuaciones, especialmente la de Anthony Hopkins como padre y la de Olivia Colman como hija. Por esta interpretación Hopkins recibió el Óscar y el Bafta; la actuación de Colman era meritoria de un premio, más allá de las nominaciones. Magnífica fotografía y sugestiva música, no podría ser de otro modo siendo Ludovico Einaudi su autor.

El segundo filme, El hijo, fue realizado en 2022, e igualmente, como ya señalamos, responde a una adaptación del texto teatral de Florian Zeller. Aunque no tuvo la misma suerte en éxito comercial y de crítica, constituye una realización de innegable valor en su tratamiento de otro difícil tema: el de la conflictiva relación de un padre con su hijo (y viceversa), cuando este está caracterizado por una condición sumamente problemática en su conducta y psicología. La historia está muy bien presentada: un padre separado de una pareja anterior, en una nueva relación matrimonial con un hijo recién nacido, y la necesaria responsabilidad de atender a su hijo adolescente de aquel primer matrimonio, afectado por una aguda depresión. El conflicto tomará un desenlace no deseado, pero quizás inevitable.

También aquí las actuaciones son de gran calidad: Hugh Jackman en el papel del padre y Zen McGrath en el del hijo, siendo su primera aparición de relevancia en el cine; también la de Laura Dern. Un guion que, como el primer filme, cuenta con las mismas autorías. La música del afamado compositor Hans Zimmer y la fotografía de Ben Smithard, el mismo del filme anterior.

Estaremos atentos a posibles nuevos filmes de Florian Zeller, que nos ha dado palmarias muestras de su talento creativo y crítico.

Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Florian_Zeller
https://www.filmaffinity.com/ve/film701512.html
https://www.filmaffinity.com/ve/film766331.html

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The excellent dramatic cinema of Florian Zeller

A few weeks ago, looking for relatively recent films that I had not seen, I found two by a filmmaker who is also unknown to me: Florian Zeller. The films: The Father and The Son, which I will comment on briefly.
Florian Zeller is, before being a filmmaker, a playwright and theatre director of French nationality. Of mature age (45 years old), he has developed a highly valued and praised work in the field of theatre, to the point of being considered the most important living French playwright and one of the best Europeans of this time. His works have been translated into several languages and presented in many countries, and, according to the information gathered, have been very successful. He has received several awards, such as the Molière in France.
Now, his debut as a filmmaker is recent. The two films mentioned are his two fiction feature films to date, and are based on two of his plays of the same name: the first, The Father, from 2012, and the second, The Son, from 2019, works that I have not had the opportunity to see, as they have not been performed where I live.
I must say that both of his films surprised me very pleasantly. I am attracted to acting films, with a lot or a little dialogue – it is not the relevant thing – and in these productions this feature is prominent, for obvious reasons. It is not theatre brought to the cinema; they are dramatic works that have been excellently adapted to the cinematic language, with magnificent performances. But, in addition, they address, with great acuity and versatility, two universal and timeless dramas, which are told by the most ancient or modern universal literature and myth.
Let's see.
The Father, made in 2020, is his debut as a filmmaker. It addresses a difficult subject: that of an elderly father (80 years old) who has entered a situation of mental disorder or cognitive decline, as it is currently called, caused by his old age (there is no longer talk of "senile dementia") and the consequences of this state on his family relationship, specifically with his daughter.
Zeller treats the subject with respect, delicacy and taking into account the complexity that it entails, not giving in to easy or complacent solutions. The conflict that this whole situation of individual health and treatment with the daughter generates is worked on in depth, and leaving open, with a bias of ambiguity, aspects of the relationship that are left to the interpretation of the viewer. It is a very well-conducted drama that touches on sensitivity and the ability to understand.
One of the first values of the film is its script, which supports the careful and enriching treatment of the conflict between the characters. It is an adaptation made by Zeller himself and Christopher Hampton of the former's work. Its quality made it worthy of several awards, such as the 2021 Oscar. Another of the film's outstanding virtues are the performances, especially that of Anthony Hopkins as the father and Olivia Colman as the daughter. For this interpretation Hopkins received the Oscar and the Bafta; Colman's performance was worthy of an award, beyond the nominations. Magnificent photography and suggestive music, it could not be otherwise with Ludovico Einaudi as its author.
The second film, The Son, was made in 2022, and also, as we have already pointed out, it responds to an adaptation of the theatrical text by Florian Zeller. Although it did not have the same luck in commercial and critical success, it is a production of undeniable value in its treatment of another difficult subject: that of the conflictive relationship of a father with his son (and vice versa), when the latter is characterized by an extremely problematic condition in his conduct and psychology. The story is very well presented: a father separated from a previous relationship, in a new marriage with a newborn son, and the necessary responsibility of caring for his teenage son from that first marriage, affected by acute depression. The conflict will take an undesired, but perhaps inevitable, outcome.
Here too the performances are of great quality: Hugh Jackman in the role of the father and Zen McGrath in that of the son, being his first relevant appearance in the cinema. A script that, like the first film, has the same authors. The music by the famous composer Hans Zimmer and the photography by Ben Smithard, the same as in the previous film.
We will be attentive to possible new films by Florian Zeller, who has given us clear examples of his creative and critical talent.

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