Collateral | Reseña | Review

Cada vez que puedo veo una serie policial británica. Encuentro en ellas cierto tono pausado, poco estridente, en esto se diferencian notablemente de muchas series americanas de los últimos tiempos donde abundan la gritería, los carros chocados y las balaceras. Los británicos han encontrado una fórmula en la que pueden ofrecer un producto que mantenga la atención del espectador sin necesidad de recurrir a los excesos y la banalidad.

Es el caso de la serie que les comparto hoy, Collateral, producida en 2018 y de apenas cuatro capítulos.

La serie está planteada en tono de thriller. Una primera secuencia nos muestra a un joven que hace delivery tomando el pedido de una pizza, pero justo en el momento en que se dispone a hacer la entrega recibe dos certeros disparos que acaban con su vida.

Desde esas primeras escenas ya nos advierten que el asunto siempre será más de lo que parece. Bastan apenas unos segundos de las tomas iníciales para crear en el espectador la sensación de que hay algo raro.

La investigación sobre el asesinato queda en manos de la detective de la policía de Londres, Kip Glaspie, interpretada magistralmente por la encantadora Carey Mulligan, quien ha venido creciendo como actriz con el paso del tiempo.

Las hipótesis sobre el caso comienzan a complicarse porque cerca de la escena del crimen hay una testigo, poco fiable porque se encontraba drogada, pero que aporta datos sobre la identidad del posible asesino. Este testimonio deja un conjunto de dudas razonables que por lo menos descartan el robo como motivo del crimen.

A medida que avanza la investigación el caso se va haciendo más complejo, cada nueva pista conduce a otro enigma.

Paso a paso la detective va despejando una madeja que la va llevando al mundo del narcotráfico y el tráfico de migrantes, en la que están involucrados personajes importantes de la institucionalidad británica, gente del servicio secreto M15, de la iglesia, de los servicios diplomáticos, de la política, de la Guardia Real…

No le va ser fácil a la detective sortear tantos obstáculos, pero su tenacidad hará que al final pueda llegar hasta donde fue posible…

Me gustan las series como estas que permiten tomar el pulso a algunos aspectos del mundo de hoy.

Al final me ha sorprendido mucho la sociedad británica que muestran, asediada por problemas tan complejos como la corrupción, el tráfico de influencias, la presión de la emigración descontrolada y la zozobra permanente ante la amenaza del terrorismo.

Es verdad que el mundo del espectáculo puede exagerar presentando situaciones que en la realidad no son tan fuertes. Sin embargo, una forma de crear empatía con el espectador y hacer que el producto tenga interés, es precisamente presentarle problemas que les resulten cercanos. Así que algo de verdad debe haber en lo desarrollado en cada capítulo.

La serie toca una variedad de temas. Algunos críticos han visto en esto una debilidad. A mí me ha parecido que están bien hilvanados y que se justifican perfectamente por el papel que juegan en la trama.

Está por ejemplo, el tema de la sexualidad entre la gente de la iglesia. En este caso tanto un superior como una monja, tienen que llevar una doble vida porque ambos mantienen sendas relaciones homosexuales con sus parejas, lo que va en contra de las normativas de sus congregaciones.

Pero este asunto se presenta como algo que está allí, no se cuestiona ni se exalta, sencillamente es una realidad con la que hay que seguir viviendo. Claro, estos dos personajes valoran mucho su discreción, están conscientes de su situación borderline, y del daño que pueden causar a su institución en el caso de que se hiciera pública su decisión de mantener pareja.

Otro tema recurrente en series como esta son los efectos de la guerra en los veteranos. Acá el problema de la adaptación lo presenta una mujer que a su regreso del frente de guerra ha sido destinada a la Guardia Real. Es este caso el estrés postraumático es tan fuerte que la mujer no logra superarlo.

No podían faltar los conflictos entre personas del mundo político. En este caso entre defensores y detractores de las políticas migratorias. La migración es una realidad que se ha instalado como problema en el mundo de hoy. Para países como el Reino Unido significa un gran reto.

En temas como ese no es fácil establecer qué es lo más conveniente, y hay una realidad incuestionable: ningún país puede dar cabida a todos los que huyen de sus territorios de origen por la guerra, la desesperanza o la pobreza.

Pero en medio de todos los problemas la serie sigue apostando al valor de la institucionalidad. Al final, lo institucional se mantiene, logra sobrevivir al embate de los sujetos corrompidos.

Sin embargo, la serie también nos advierte que siempre habrá una rendija por la que los malos se pueden colar y que les garantice salir impunes de sus tropelías. Es una realidad con la que también nos toca vivir.

La serie me gustó mucho, está bien producida, con una fotografía adecuada a cada situación. De noche o de día, en interiores o exteriores, las imágenes tienen la tonalidad adaptada a la atmósfera que se quiere crear.

Las actuaciones también están muy bien, destaco la de Carey Mulligan, que en su papel de la detective Glaspie nos deja un gran ejemplo de tenacidad. Aún cuando está embarazada no descansa ni un momento hasta resolver el caso. En todo momento deja clara su fortaleza y convicción. Personajes como este son esperanzadores en el mundo de hoy.

Otro gran papel es el de John Simm, interpreta a un político que se opone a medidas punitivas de la emigración. A cada momento le toca lidiar con los problemas que le generan personas de su entorno y que amenazan su carrera política. Es un personaje equilibrado que tiene clara las consecuencias de sus decisiones. El resto del reparto también está bastante solvente.

La serie la conseguí en Netflix, si tienen la oportunidad denle un visionado. Se las recomiendo.

Gracias por tu tiempo.

Fuente de imágenes. I II III IV.

Whenever I can, I watch a British police series. I find in them a certain leisurely tone, not very strident, in this they differ notably from many American series of recent times where there is an abundance of shouting, crashed cars and shootings. The British have found a formula in which they can offer a product that keeps the viewer's attention without resorting to excesses and banality.

This is the case of the series that I share with you today, Collateral, produced in 2018 and of just four chapters.

The series is posed in a thriller tone. A first sequence shows us a young man making delivery taking the order for a pizza, but just as he is about to make the delivery he receives two accurate shots that end his life.

From those first scenes we are already warned that there will always be more to the story than meets the eye. Just a few seconds of the opening shots are enough to create in the viewer the feeling that there is something fishy going on.

The murder investigation is left in the hands of London police detective Kip Glaspie, masterfully played by the charming Carey Mulligan, who has been growing as an actress over the years.

The hypotheses about the case begin to get complicated because near the crime scene there is a witness, unreliable because she was drugged, but who provides information about the identity of the possible murderer. This testimony leaves a set of reasonable doubts that at least rule out robbery as a motive for the crime.

As the investigation progresses, the case becomes more complex, each new clue leading to another enigma.

Step by step the detective unravels a skein that leads her to the world of drug trafficking and migrant smuggling, in which important British institutional figures are involved, people from the M15 secret service, the church, the diplomatic services, politics, the Royal Guard...

It will not be easy for the detective to overcome so many obstacles, but her tenacity will make it possible for her to get as far as possible in the end?
I like series like these that allow us to take the pulse of some aspects of today's world.

In the end, I was very surprised by the British society shown, besieged by complex problems such as corruption, influence peddling, the pressure of uncontrolled emigration and the permanent anxiety about the threat of terrorism.

It is true that show business can exaggerate by presenting situations that in reality are not so strong. However, one way to create empathy with the viewer and make the product interesting is precisely to present problems that are close to them. So there must be some truth in what is developed in each chapter.

The series touches on a variety of topics. Some critics have seen this as a weakness. To me it has seemed to me that they are well threaded and that they are perfectly justified by the role they play in the plot.

There is, for example, the issue of sexuality among church people. In this case, both a superior and a nun have to lead a double life because they both maintain homosexual relationships with their partners, which is against the regulations of their congregations.

But this issue is presented as something that is there, it is not questioned or exalted, it is simply a reality with which we must continue to live. Of course, these two characters value their discretion very much, they are aware of their borderline situation, and of the damage they could cause to their institution if their decision to keep a partner were to be made public.

Another recurring theme in series like this one is the effects of war on veterans. Here the problem of adaptation is presented by a woman who, on her return from the war front, has been assigned to the Royal Guard. In this case, the post-traumatic stress is so strong that the woman is unable to overcome it.

Conflicts between people in the political world could not be missing. In this case between supporters and opponents of migration policies. Migration is a reality that has become a problem in today's world. For countries like the United Kingdom it is a great challenge.

In issues like this it is not easy to establish what is most convenient, and there is an unquestionable reality: no country can accommodate all those who flee their territories of origin due to war, despair or poverty.

But in the midst of all the problems, the series continues to bet on the value of institutionality. In the end, the institutional remains, it manages to survive the onslaught of corrupt subjects.

However, the series also warns us that there will always be a crack through which the bad guys can sneak in and guarantee that they can get away with their crimes. It is a reality that we also have to live with.

I liked the series very much, it is well produced, with photography appropriate to each situation. Night or day, indoors or outdoors, the images have the tonality adapted to the atmosphere to be created.

The performances are also very good, especially that of Carey Mulligan, who in her role as detective Glaspie leaves us a great example of tenacity. Even when she is pregnant, she does not rest for a moment until the case is solved. At all times she makes clear her strength and conviction. Characters like this are hopeful in today's world.

Another great role is that of John Simm, who plays a politician who opposes punitive immigration measures. At every moment he has to deal with the problems generated by people around him that threaten his political career. He is a well-balanced character who is clear about the consequences of his decisions. The rest of the cast is also quite solvent.

I got the series on Netflix, if you have the opportunity give it a viewing. I recommend it.

Thanks for your time.

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Todos tus comentarios son bienvenidos en este sitio. Los leeré con gusto y dedicación.
Hasta una próxima entrega. Gracias.



Las fotos, la edición digital y los Gifs son de mi autoría.

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