Resucitando a un amigo

Hola amigos de Holos&Lotus
El amor que se celebró durante San Valentín; y la amistad "el amor sin sus alas", me ha llevado a recordar un fenómeno muy emotivo.
Todos hemos escuchado la frase "daño colateral". Es una frase típica de la jerga de guerra.
La primera vez que escuché su opuesta: la maravillosa expresión "belleza colateral", como un fenómeno emocional surgido después de un enorme daño, fue en la película de igual nombre: Colateral Beauty (2016)

Digo maravillosa porque resalta el sacrificio, el tiempo y la energía que dedican tres amigos para ayudar a un cuarto a salir de la desesperación. Y lo intentan de forma muy original, cabe agregar.
En los primeros minutos del largometraje, Howard (Will Smith), un ejecutivo brillante y versátil, el CEO de una compañía exitosa, se hunde en un oscuro dolor, en un pozo de angustia del que no sabe, ni quiere salir.

Sus colegas de oficio Whit, Claire y Simon (Edward Norton, Kate Winslet y Michael Peña), elaboran una ingeniosa estrategia para ayudarle.
Lo que me conmueve de este filme es que describe la amistad profunda, la que hace sacrificios por el otro. Cuenta sobre los amigos que no se alejan, que no te abandonan cuando las cosas se ponen difíciles; ni siquiera cuando tú, en medio de tu dolor, tratas de apartarlos.
Insisten. Son amigos que persisten con ahínco en salvar a un ser querido, cueste lo que cueste, invirtiendo tanto su dinero como su tiempo o su vida personal.
No solo están ahí como paños de lágrimas, sino que se reúnen entre ellos, buscan ideas, trazan rumbos para intentar sacarte del abismo en el que has caído.

Estos tres amigos además, tienen una dificultad añadida. El cuarto, el que sufre la tragedia, es una persona genial y brillante que se percata -aún en medio de su dolor-, de que intentan manipularlo. Lo cual triplica los obstáculos para los otros tres mosqueteros que hacen lo imposible por salvarlo de su desasosiego.
Sin embargo, esos tres fieles amigos no cejan en su empeño, asumiendo roles extraños, incluso falsos si la ocasión lo requiere, con tal de alcanzar el rescate anhelado.
Este modo de amar tan excepcional constituye una de esas lecciones de vida gracias a la cual nos sentimos seres humanos y nos reconciliamos con el mundo.
A veces, en nuestra vida cotidiana, seguimos la creencia de dejar al amigo recuperarse por sí mismo. Considero que bajo la divisa de "respetar el dolor ajeno", se esconde a menudo el egoísta precepto de "sálvese el que pueda", tan común en nuestros días.

Los personajes de esta película, a contrapelo del sentido común, refuerzan la práctica de la cercanía, la proximidad y el compromiso.
El extenso y hondo amor filial que despliegan estos tres colegas hacia un cuarto, hundido en la desesperación, me condujo a recordar los versos de aquella canción famosa que -aunque es de naturaleza romántica- expresa con precisión la idea central de Colateral Beauty: la distancia nunca es la solución:
🎶 Cuando se quiere de veras
como te quiero yo a ti,
es imposible, mi cielo,
tan separados vivir🎶

La fuente de todas las fotos: IMDb