Con tantos servicios de streaming a tu disposición en ocasiones no resulta fácil dar con la película ideal para el momento y más cuando cuatro personas tratan de ponerse de acuerdo en que verán que satisfaga las expectativas de todos.

Eso nos ocurrió estas navidades que dos nietas aceptaron la invitación de pasar las festividades con sus abuelos, parte del plan nocturno era ver algunas películas, para lo cual terminamos optando que las niñas de diez y trece años, respectivamente, escogerían por tunos lo que querían ver y los tres restantes de este variado grupo, aceptaríamos la propuesta.

Una de las escogidas es la que les presento hoy, Red, una película de dibujos animados presentada por Disney y Pixar en el 2022 y que resultó ser un compendio de lecciones de crecimiento personal para padres e hijos. Creativa, cargada de simbologías, metáforas, cotidianidad y buen humor que hacen que los diversos temas abordados sean digeridos con facilidad, abriendo espacios para discusiones “serias y profundas” con los niños y adolescentes.

Mei Lee, la protagonista es una jovencita que con sus trece años se debate entre ser quien es en ese momento o seguir siendo la niña que su madre quiera que sea. Por un lado, es la niña obediente que ayuda a su madre, de origen oriental, a llevar y mantener una casa de té, una actividad que realiza en el tiempo que le queda libre después de la escuela.

En la escuela tiene sus amigas, niñas alegres e interesadas en la música y artistas del momento, que están comenzando a fijarse en los muchachos de su edad y que quieren hacer muchísimas cosas que a Mei Lee no se le permiten como ir al cine o a un concierto.

Un buen día la niña despierta convertida en un panda rojo y se entera de la leyenda familiar materna, donde un ancestro, para salvar a sus hijos de la guerra y el hambre, hace pacto con el espíritu del panda rojo para tener la fuerza y sobrevivir. A partir de allí, a todas las mujeres de la familia les llega el momento en que aparece el espíritu del panda rojo, al cual tras rituales, hay que anularlo, pues es símbolo de lucha y rebeldía, que dentro de la cultura ancestral fue válido y necesario, pero que en la actualidad y en la cultura occidental donde viven es un peligro personal y social.

A lo largo del film se van presentando contenidos interesantes como la simbología de panda rojo que representa al monstruo que todo llevamos dentro: el miedo, la rebeldía, la sed de venganza, que es importante aprender a canalizar y que en la medida que lo aceptemos podemos manejarlo encontrando en ello un yo más equilibrado que no solamente responde a lo que los demás esperan y quieren de uno, sino también al “yo soy”.

También están presente las creencias que vamos heredando de abuelos y padres, las cuales llega un momento en que es importante cuestionarlas porque pueden ser limitantes para nuestro crecimiento y expansión del ser.

Durante la trama nos van mostrando las relaciones e interrelaciones que teje Mei Lee. La madre, sobre protectora, algo obsesiva e invasiva, que en nombre del “amor” es capaz de no ver al otro (al hijo, a la hija) como seres que requieren crecer, desarrollarse, aunque eso conlleve errores, allí radican las lecciones de la maestra vida y que nadie puede aprenderlas por el otro. El padre, aunque un poco opacado, en el momento oportuno es el apoyo, la fortaleza y la aceptación.

Los amigos, lo mejor que la vida te puede ofrecer a los trece años: solidaridad, empatía, respeto, cariño, seguridad, retos, alegrías, me encantó el concepto de amigos que nos presenta la película y es válido para cualquier edad.

Quizás haya algunos “antivalores” como puede ser la respuesta grosera que llega al irrespeto, pero ¿Qué adolescente no tiene su momento de explosión emocional? El reto es que como adultos lo ayudemos a canalizar y no que nos dejemos arrastrar de vuelta a la adolescencia, ¿no te parece?

In English

With so many streaming services at your disposal sometimes it is not easy to find the ideal movie for the moment and even more so when four people are trying to agree on what to watch that will satisfy everyone's expectations.

That happened to us this Christmas when two granddaughters accepted the invitation to spend the holidays with their grandparents, part of the evening plan was to watch some movies, for which we ended up opting that the girls of ten and thirteen years, respectively, would choose by tunos what they wanted to see and the remaining three of this varied group, we would accept the proposal.

One of the chosen ones is the one I present to you today, Red, an animated film presented by Disney and Pixar in 2022, which turned out to be a compendium of personal growth lessons for parents and children. Creative, full of symbolism, metaphors, everyday life and good humor that make the various topics addressed easily digestible, opening spaces for "serious and deep" discussions with children and adolescents.

Mei Lee, the protagonist, is a thirteen-year-old girl who is torn between being who she is at that moment or continuing to be the girl her mother wants her to be. On the one hand, she is the dutiful girl who helps her oriental mother run and maintain a tea house, an activity she does in her free time after school.

At school, she has her friends, cheerful girls interested in music and artists of the moment, who are beginning to notice boys their age and who want to do many things that Mei Lee is not allowed to do, such as going to the movies or to a concert.

One fine day the girl wakes up turned into a red panda and learns about the maternal family legend, where an ancestor, to save his children from war and famine, makes a pact with the spirit of the red panda to have the strength to survive. From then on, all the women in the family are faced with the moment when the spirit of the red panda appears, which after rituals, must be annulled, because it is a symbol of struggle and rebellion, which in the ancestral culture was valid and necessary, but today and in the Western culture where they live, it is a personal and social danger.

Throughout the film interesting contents are presented such as the symbolism of the red panda that represents the monster that we all carry inside: fear, rebellion, thirst for revenge, which is important to learn to channel and that to the extent that we accept it we can handle it, finding in it a more balanced self that not only responds to what others expect and want from us, but also to the "I am".

Also, present are the beliefs that we inherit from grandparents and parents, which come to a point where it is important to question them because they can be limiting for our growth and expansion of being.

During the plot we are shown the relationships and interrelationships that Mei Lee weaves. The mother, overprotective, somewhat obsessive and invasive, who in the name of "love" is capable of not seeing the other (the son, the daughter) as beings who need to grow, to develop, even if that entails mistakes, therein lie the lessons of the master life and that no one can learn them for the other. The father, although a little overshadowed, at the right time is the support, strength and acceptance.

Friends, the best that life can offer you at the age of thirteen: solidarity, empathy, respect, affection, security, challenges, joys, I loved the concept of friends presented in the film and it is valid for any age.

Perhaps there are some "anti-values" such as the rude response that reaches the point of disrespect, but what teenager does not have his moment of emotional explosion? The challenge is for us as adults to help channel it and not get dragged back to adolescence, don't you think?