La película es una obra maestra de la animación, con un estilo visual hermoso y detallado, una banda sonora emotiva y una narrativa que combina el realismo con la fantasía. Los personajes son entrañables y complejos, y la historia explora temas como la identidad, la libertad, la responsabilidad y el sentido de pertenencia. Es una película que conmueve, divierte y hace reflexionar al espectador, y que se ha convertido en una de las mejores del género anime.

Hay momentos de humor, ternura, drama y aventura, que nos mantienen enganchados desde el principio hasta el final. Los personajes son muy carismáticos y realistas, y nos hacen sentir empatía por sus alegrías y sus penas. La animación es de gran calidad, con escenas que capturan la belleza y la magia del paisaje rural japonés. La música acompaña perfectamente a la historia, con melodías que transmiten las emociones de los personajes y la atmósfera de cada escena.

La animación de los personajes y el paisaje de la película “Los niños lobo” se hizo mediante técnicas digitales, pero con un estilo que imita el dibujo tradicional. El director quería crear una atmósfera natural y realista, que contrastara con el elemento fantástico de los niños lobo. Para ello, se inspiró en la naturaleza según Miyazaki Hayao, el maestro de Studio Ghibli, que muestra una visión asiática y estratificada de la naturaleza, sujeta a una transformación constante.

El mensaje principal de la película “Los niños lobo” es que cada persona debe elegir su propio destino y aceptar las consecuencias de sus decisiones, sin renunciar a su esencia ni a su familia. La película muestra cómo Hana, Yuki y Ame enfrentan diferentes situaciones que los obligan a definir su identidad, su lugar en el mundo y su relación con los demás. La película también nos invita a reflexionar sobre el respeto a la diversidad, la convivencia entre el ser humano y la naturaleza, y el amor incondicional de una madre por sus hijos.